Ruanda no constituye la excepción: en este país ha aumentado el uso de las nuevas tecnologías y esto ha desencadenado un incremento claro de los residuos electrónicos. Así lo confirma el ministro de medio ambiente ruandés, Vicent Biruta.
En el mes de diciembre de 2017, el Gobierno de Ruanda inauguró una planta de reciclaje en la localidad de Bugesera, un lugar en el que se acumula la basura electrónica en forma de una especie de cementerio de viejos televisores, ordenadores y móviles, supervisada por profesionales operarios.
Los trabajadores de la planta realizan la extracción de las piezas y materiales de los aparatos electrónicos que pueden ser reutilizadas al encontrarse todavía en buenas condiciones. Con esta selección se realiza el montaje de nuevas máquinas y accesorios que acaban donados a colegios y también vendidos.
Los desechos electrónicos contienen materiales nocivos altamente contaminantes, como pueden ser el mercurio, el plomo, el selenio, el arsénico, el cadmio… Por este motivo es importante realizar una buena gestión de los residuos.
La adecuada gestión de la chatarra electrónica permite la recuperación de metales preciosos como el oro, la plata, el platino, el paladio, el cobre, etc. Estos materiales son extrañidos, reciclados y vendidos para poder fabricar otros productos.
Además, la gestión de residuos permite la creación de nuevos puestos de trabajo, nuevos negocios y ofrece alternativas de empleo a tener en cuenta.
El Gobierno de Ruanda ha elaborado un inventario con todo detalle en torno a la situación de los desechos electrónicos a lo largo y ancho de todo el país. Basándose en este análisis e inventario de la situación ha desarrollado una estrategia que le permite tener en funcionamiento centros de gestión y recolección de residuos que respetan el medio ambiente.
Además, el gobierno ha invertido en la planta de reciclaje cerca de un millón y medio de dólares. Dicha planta da trabajo a 300 personas en empleos verdes y ofrece becas a estudiantes.
Esta planta de reciclaje de residuos electrónicos se encargada del reciclaje de 15.000 toneladas de desechos al año.
Actualmente, cada distrito del país cuenta con un centro de recolección de basura electrónica, que posteriormente se traslada a la planta de reciclaje de Bugesera.
La realidad en Ruanda, como en tantos otros países, es que los desperdicios electrónicos se suelen tirar junto a la basura familiar ordinaria y por este motivo acaba en vertederos, una situación que el gobierno de este país también quiere cambiar.
Según las autoridades, esta planta de Bugesera persigue que el desarrollo tecnológico se base también en la reutilización, el reaprovechamiento y el reciclaje para conseguir la calidad del medio ambiente.
