Según explicó el eurodiputado Francesc Gambús, solo se recicla entre el 1 y el 5% de los metales raros que se utilizan en la fabricación de los móviles. Fue durante la conferencia sobre la “Política europea de Ecodiseño”, que tuvo lugar en el Congreso Nacional de Medio Ambiente (CONAMA) que se celebró entre el 26 y el 29 de noviembre en Madrid.
La Comisión Europea no avanza en materia de Ecodiseño a la misma velocidad que se producen los avances tecnológicos. De acuerdo con la exposición del eurodiputado esto es un dato a lamentar y es criticable que los teléfonos móviles no estén incluidos en la actual legislación existente sobre ecodiseño.
Puesto que la Comisión Europea no tiene intención de modificar la directiva en esta materia, hay que seguir reclamando, según Gambús, su adaptación a la evolución tecnológica y a los objetivos de eficiencia de materiales y reducción de residuos que implica una adecuada transición hacia un modelo de economía circular.
Este eurodiputado, que ha trabajado en el informe sobre Ecodiseño que aprobó la cámara europea en mayo de este mismo año, señaló que este concepto tiene fecha de caducidad, ya que no debemos plantearnos otra forma de diseño que no sea ecológica. El ecodiseño debe ser una la única alternativa posible y todos los diseños deben de ser sostenibles.
Remarcó también Gambús las medidas a tomar en la implementación del Ecodiseño:
- Compartir prácticas y medidas de seguridad de los productos entre Estados,
- Aplicación de métodos de detección rápida para aquellos productos que no respetan la legislación.
- Introducción de medidas disuasorias, por ejemplo la aplicación de sanciones a los fabricantes que no cumplan con las normativas.
También explicó el eurodiputado la labor parlamentaria que se ha llevado a cabo en Bruselas en torno al Ecodiseño y la sostenibilidad.
La directiva sobre Ecodiseño ha sido bien acogida por los sectores industriales, expertos y ONG. A pesar de tener puntos flacos, esta directiva de diseño ecológico y etiquetado supone un ahorro anual de energía primaria de 17 millones de toneladas, aproximadamente, y una reducción en emisiones de CO2 de 320 millones de toneladas al año.
Según Gambús es necesario poner el acento en el diseño y la producción de los productos sin residuos. Es en la fase de diseño cuando se producen el 80% de los daños ambientales y el 90% de los costes que tiene que asumir el fabricante.
Por este motivo es preciso ser más eficientes la circularidad de los residuos, avanzar hacia una producción de residuo cero, y centrarnos en la fase inicial de la gestión (extracción y fabricación) para conseguirlo.
Asimismo, remarcó el compromiso de la Unión Europea para avanzar hacia un modelo de economía circular más sostenible.
