En la gestión integral de residuos hay que abordar el tratamiento de ciertas sustancias que se generan tras un proceso de reciclaje o por la mera acumulación de estos desechos, como es el caso de los lixiviados de vertederos.
¿Qué son los lixiviados?
Los lixiviados consisten en sustancias líquidas que se forman por la fermentación y descomposición de materia orgánica que se acumula sobre todo en los vertederos.
Normalmente el proceso se produce por la filtración de agua de lluvia entre los residuos, que arrastra compuestos de origen químico y biológico, generando así una combinación muy contaminante.
Los vertederos de residuos lixiviados pueden generarse con materiales muy diferentes y de distintas maneras, según las características en cada ocasión. En cualquier caso, siempre representan un alto riesgo de contaminación para el entorno natural en el que se encuentran.
El riesgo que representan es tan alto, que se han desarrollado diversos tratamientos de lixiviados, con el fin de evitar su propagación.
El análisis del lixiviado y de las características del espacio en el que trabajar, permitirá escoger el tratamiento más eficaz en cada situación. Además, hay que tener en cuenta que muchos de ellos son compatibles, con lo que es posible obtener resultados aún mejores.
Tipos de tratamientos de lixiviados
Como siempre sucede en el tratamiento y gestión de residuos peligrosos, con respecto a los tratamientos de lixiviados, tenemos distintas opciones entre las que elegir, en función del tipo de composición que presenten o el entorno donde se desarrollen.
Transferencia de lixiviado
Cuando se aborda la transferencia de lixiviado, se plantean medidas que permitan gestionar su presencia, redirigirlo a un entorno donde no pueda ocasionar ningún riesgo o incluso la posibilidad de evaporarlo.
Algunas de las opciones que podemos aprovechar mediante este tratamiento son las siguientes:
- Tratarlo en una planta de tratamiento de aguas residuales urbanas.
- Canalizarlo y reintroducirlo en la masa de residuos.
- Aplicar un sistema de evaporación, aunque por lo general es demasiado lento y/o costoso.
Tratamientos biológicos
El tratamiento de lixiviados de vertederos de tipo biológico abarca todas las medidas aplicables con microorganismos capaces de degradar estos compuestos.
Como en el caso anterior, aquí también disponemos de varias alternativas:
- Tratamientos aeróbicos con los que eliminar parcialmente contaminantes orgánicos biodegradables, entre otras ventajas.
- Tratamientos de digestión anaeróbica, muy recomendables con los lixiviados jóvenes.
Tratamientos de membrana
Los tratamientos de lixiviados con membrana tienen la ventaja de ser compatibles con otros como los biológicos o los físico-químicos, para conseguir aún mejores resultados.
Se basan en aplicar membranas (que pueden ser de distinta tipología según el tamaño del poro), con las que se pueden eliminar diferentes tipos de lixiviados.
Las técnicas disponibles en base a estas membranas son las siguientes:
- Microfiltración con membranas MF.
- Ultrafiltración con membranas UF.
- Nanofiltración con membranas NF.
- Ósmosis inversa mediante técnica RO.
Tratamientos físico–químicos
Estos tratamientos permiten reducir la presencia de lixiviados de muchas formas y pueden ser aplicados como pretratamientos a otros complementarios o bien en su fase de purificación final.
Algunos de los tratamientos de lixiviados físico-químicos más utilizados son los siguientes:
- Coagulación-floculación.
- Clarificación por flotación.
- Precipitación química.
- Adsorción.
- Oxidación avanzada.
- Cloración.
- Stripping con aire.
- Intercambio iónico.